El trastorno de somatización
Hoy en día, nadie pone en duda que existe una relación entre el cuerpo y la mente. Seguro que habrás observado en más de una ocasión que, cuando has estado más estresad@, tu cuerpo ha reaccionado de alguna manera como, por ejemplo; dolor de cabeza, dolor de estómago,…
Esto se debe a que, cuando experimentamos emociones, segregamos hormonas que van a tener un efecto sobre nuestro organismo, por esta razón, es importante saber gestionarlas bien.
Sin embargo, cuando tenemos dificultad para expresar emociones, nos las guardamos y/o las expresamos de manera inadecuada, y es nuestro cuerpo quien comienza a hablar a través de los síntomas físicos. Cuando esto ocurre, estamos somatizando.
A lo largo de nuestra vida, vamos a tener que gestionar muchas situaciones, unas más fáciles que otras, con lo que entra dentro de lo normal, tener periodos en los que nuestro cuerpo se pueda sentir algo más resentido. El problema surge cuando una persona mantiene durante un largo período de tiempo un nivel de estrés continuado porque puede terminar desarrollando un Trastorno de somatización que afectará a su calidad de vida.
¿En qué consiste el Trastorno de Somatización?
El Trastorno de somatización se caracteriza por la presencia de síntomas físicos persistentes que producen malestar, pero no pueden ser justificados a través de un examen médico. Además, estos síntomas suelen ir acompañados de pensamientos y sentimientos negativos.
Los síntomas pueden tener una causa conocida o no, pero, en cualquier caso, la persona termina acudiendo, en numerosas ocasiones, a los servicios de atención primaria, urgencias y/o especialidades.
- SOMATIZAR: un problema emocional que se manifiesta en el cuerpo.
La persona que padece un trastorno de somatización lo pasa mal y su malestar es auténtico, aunque no le puedan dar una explicación médica a ese malestar.
Las características más importantes de este trastorno, son las siguientes:
- Niveles de elevados de preocupación por el síntoma. Anticipación catastrófica, piensa que ese síntoma puede empeorar y terminar en una enfermedad más grave.
- Comprobación corporal de anomalías. Auto observación para comprobar si ha empeorado o no.
- Búsqueda repetitiva de atención médica.
- Los problemas de salud asumen un papel central en la vida de la persona.
- Les cuesta asumir que el problema es psicológico porque el dolor que siente es real.
Los tipos de somatización más frecuentes suelen ser los dolores de cabeza, espalda, articulaciones, pecho, fatiga, problemas digestivos (disfagia, síndrome del intestino irritable), problemas dermatológicos,…
Se trata de un trastorno que afecta más a las mujeres y entre las causas que lo suelen provocar, destacan:
- El haber padecido largos períodos de estrés y/o ansiedad.
- Tener dificultad para gestionar las emociones como la culpa, la rabia, etc.
- Experiencias traumáticas y/o dolorosas.
- Conflictos irresueltos: el mantenerlos latentes sin buscar estrategias para afrontarlos, solo servirá para aumentar la carga emocional.
¿Cómo ayudar a una persona que somatiza?
El primer paso es escuchar a la persona porque, no olvidemos que su malestar es real. Una vez que las pruebas médicas hayan descartado un problema de origen físico, ayudarle para que tome conciencia de que su malestar tiene una causa emocional y que, una terapia psicológica le podría ayudar.
La Terapia Cognitivo-Conductual, es un tipo de intervención psicológica avalada por diferentes organizaciones de la salud.
El tratamiento para el Trastorno de somatización, tiene como objetivo:
- Descubrir la causa y el factor psicológico existente.
- Psicoeducación: ayudar a la persona a que tome conciencia de la relación existente entre su cuerpo y su mente.
- Proporcionar las herramientas necesarias para que elimine las sensaciones y emociones negativas.
- Enseñar a gestionar las emociones subyacentes y a desarrollar estrategias alternativas para que aprenda a expresar sus sentimientos.
- Técnicas de autocontrol y manejo del estrés.
Estíbaliz Ruiloba es Psicóloga Especialista en Psicología clínica con amplia experiencia en el Trastorno de Somatización. Puedes solicitar una consulta informativa gratuita donde poder consultar tu caso y recibir, de una manera personalizada, información sobre el tratamiento.
Imagen: Photo by Hadis Safari on Unsplash