Se trata de una habilidad o capacidad para gestionar de manera adecuada las emociones.
Debido a la sociedad actual en la que vivimos, se trata de un motivo de consulta cada vez más frecuente.
La persona suele definir su problema diciendo que «pierde los papeles con facilidad» o que su entorno más próximo le comenta que «últimamente reacciona de manera desproporcionada a las cosas».