La autoestima es la auto-valoración que una persona realiza, refleja el grado de confianza y respeto que una persona tiene de sí misma.
Aunque es indiscutible la importancia de la infancia, también lo es el resto de vivencias que va teniendo una persona a lo largo de su vida, que en interacción con su temperamento, contribuirá a crear y/o mantener una determinada autoestima.
Existen una serie de factores que influirán en su desarrollo:
- El estilo de comportamiento de los padres: el grado de aceptación hacia sus hij@s, las pautas seguidas al premiar o castigar determinadas conductas, la transmisión de determinados valores y creencias…
- La exposición a agresiones prolongadas en el ámbito familiar, escolar y/o laboral.
- Persecución de metas inalcanzables como vía de autosatisfacción.
- Un estilo de pensamiento distorsionado que provoca sesgos en la percepción e interpretación de la realidad.
- Acontecimientos negativos que provocan una importante alteración en la forma de vida de quien lo sufre: pérdida de trabajo, circunstancias materiales o financieras adversas…