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Cómo gestionar la ansiedad

La ansiedad es una respuesta adaptativa. Cuando una situación nos resulta desconocida y/o amenazante, nuestro organismo se pone en alerta generando una respuesta fisiológica (aumento de la frecuencia cardiaca, respiratoria, alerta sensorial …) con el propósito de facilitarnos una reacción que nos permita escapar de aquello que lo provoca.

Por lo tanto, se considera una emoción natural que, a un nivel moderado, ayuda a mantenernos concentrados y a afrontar los retos que tenemos por delante.
Sin embargo, cuando esa respuesta es desproporcionada, limitante y prolongada, se convierte en desadaptativa porque nos bloquea e impide que seamos resolutivos en ese momento.

A menudo la confundimos la ansiedad con el miedo, pero realmente, son diferentes. El miedo es una respuesta básica, automática, a un objeto, situación o circunstancia específica que implica el reconocimiento de un peligro real.

En cambio, la ansiedad, es un estado emocional más prolongado y complejo. Suele estar activada por un estímulo más difuso, su respuesta es más exagerada y responde a una anticipación sobre una amenaza futura.

Ambas emociones, son necesarias para garantizar nuestra supervivencia, pero, resultan problemáticas cuando se convierten en reacciones excesivas, persistentes e irreales a situaciones normales.

Gestionar la ansiedad. ¿Cuándo se convierte la respuesta de ansiedad en un trastorno?

La ansiedad pasa de ser adaptativa a ser un trastorno, cuando resulta abrumadora, es recurrente y las reacciones fisiológicas escapan al control de la persona repercutiendo, de manera limitante, en los diferentes ámbitos de su vida.

Cuando sentimos mucha ansiedad nos vemos afectados en los planos físico, emocional, cognitivo y conductual. Esto quiere decir que nos sentimos, pensamos y actuamos de manera diferente a cuando nos encontramos sin ansiedad.

Síntomas de la ansiedad

La ansiedad se puede manifestar de muchas formas. Estos suelen ser sus síntomas:

SÍNTOMAS FÍSICOS:

  • Ritmo cardíaco incrementado, palpitaciones.
  • Dolor o presión en el pecho.
  • Respiración entrecortada, acelerada.
  • Sensación de ahogo.
  • Estremecimiento, temblores.
  • Sudores, calores, escalofríos.
  • Hormigueo o entumecimiento de brazos y piernas.
  • Náuseas, malestar estomacal, diarrea.
  • Tensión muscular, rigidez.
  • Boca seca.
  • Vahídos, mareo.
  • Debilidad, inestabilidad.

SÍNTOMAS EMOCIONALES:

  • Sentirnos nerviosos, tensos alterados.
  • Sentirnos impacientes, frustrados.
  • Sentirnos irritables.
  • Sentirnos asustados, temerosos.

SÍNTOMAS COGNITIVOS:

  • Miedo a perder el control o ser incapaz de hacer frente a la situación.
  • Percepciones de irrealidad o desapego.
  • Falta de concentración, confusión..
  • Mala memoria.
  • Miedo a ¨volverse loco¨.
  • Miedo a una evaluación negativa por parte de los demás.
  • Pensamiento catastrofista.
  • Dificultad para razonar, pérdida de objetividad.
  • Miedo a lesiones o muerte.

SÍNTOMAS CONDUCTUALES:

  • Evitación y/o deseo de escapar de la situación.
  • Estado de alerta permanente.
  • Búsqueda de seguridad y tranquilidad.
  • Hiperactividad motora, dificultad para estar tranquilo en el mismo sitio.
  • Dificultad para expresarse y/o seguir el ritmo de una conversación.

SÍNTOMAS SOCIALES:

  • Dificultad para seguir el curso de una conversación.
  • Quedarse en blanco.
  • Temor a los conflictos interpersonales.
  • Dificultad para hacer valer sus derechos.

Tipos de trastornos de ansiedad

  1. Trastorno de pánico (con o sin agorafobia).
  2. Trastorno de ansiedad generalizada.
  3. Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
  4. Trastorno por ansiedad social.
  5. Trastorno por estrés postraumático.
  6. Agorafobia.
  7. Fobia específica.
  8. Trastorno de ansiedad por separación.
  9. Trastorno de adaptación con sintomatología ansiosa.
  10. Trastornos dismórfico corporal.
  11. Trastorno de ansiedad inducido por sustancias.
  12. Trastorno por somatización.

Factores que predisponen a un trastorno de ansiedad

– Factores biológicos o físicos: genética, aspectos neuroquímicos, padecer alguna enfermedad o los tratamientos de estas pueden ser causantes o agravantes.

Factores psicológicos: aspectos de la personalidad, como el perfeccionismo, falta de autoestima, falta de asertividad, baja tolerancia a la frustración, negativismo…

– Padecer otro trastorno de tipo psicológico: puede generar sintomatología ansiosa, como sucede por ejemplo con el trastorno depresivo.

– Factores ambientales: la acumulación de estrés por problemas laborales, académicos, familiares y/o sociales.

– Haber vivido episodios traumáticos.

– Consumo drogas o estimulantes.

Las consecuencias del trastorno de ansiedad

Las repercusiones pueden ser considerables y afectar a todas las esferas de la vida de una persona. Además del malestar que conlleva, ésta a veces se complica con un abuso de medicamentos tranquilizantes, consumo de alcohol, drogas y con otro tipo de trastornos psicológicos que aparecen como consecuencia del trastorno de ansiedad, como pueden ser: la depresión, los trastornos de alimentación (anorexia, bulimia y/o trastorno por atracón), el insomnio…

Una ansiedad prolongada también puede generar problemas de salud con componentes psicosomáticos, como puede ser, la hipertensión, la migraña, la úlcera gastroduodenal, problemas en la piel, cabello, etc.

A nivel psicológico, genera pérdida de confianza en uno mismo e inseguridad, lo cual, le llevará a la evitación de muchas situaciones. Esto tendrá una fuerte repercusión en la vida de la persona porque terminará afectando a su ámbito social, académico, laboral y familiar.

Tratamiento de la ansiedad

Los ansiolíticos pueden ayudar de manera puntual, pero si una persona no cambia determinados patrones de conducta, cuando deje la medicación, tendrá muchas probabilidades de recaída.
Para aprender a manejar la ansiedad, es importante identificar y modificar tanto, los factores que la han originado como los que la mantienen en la actualidad. Y esto, generalmente, atañe más a los aspectos psicológicos que a los ambientales porque, la forma en la que afrontamos las cosas, determinará en gran medida, nuestra salud emocional.

La Terapia Cognitivo-Conductual, tiene como objetivo que la persona consiga un mayor autoconocimiento, aprenda una serie de herramientas que la ayuden a gestionar la ansiedad y, que lo aprendido, le sea útil en un futuro.

Estíbaliz Ruiloba es Psicóloga Especialista en Psicología Clínica en Bilbao, con amplia experiencia en los Trastornos de Ansiedad. Realiza una consulta informativa gratuita donde puedes recibir información de una manera personalizada. Si estás interesado, puedes llamar al teléfono: 944 160 206 o mandar un correo a estibaliz@ruilobapsicologia.com

28 abril, 2020 Ansiedad , ,