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El juego patológico o ludopatía

La ludopatía o juego patológico se trata de un Trastorno persistente y progresivo de la conducta que acaba en una dependencia emocional respecto al juego. La persona que lo padece va a pasar por unas serie de fases hasta llegar a un comportamiento patológico.

El juego se convierte en una adicción cuando pasa de ser un entretenimiento a una necesidad y termina desplazando actividades cotidianas como el trabajo, los estudios y las relaciones con otras personas.

Existen factores bioquímicos, culturales y sociales que favorecen la aparición del trastorno y que también, van a condicionar su abordaje. Pero, en cualquier caso, está considerado como un trastorno de características psicológicas.

Hoy en día, los psicólogos especializados en el tratamiento del Juego Patológico, hemos observado el elevado incremento de casos durante estos últimos años, pero, lo más preocupante es, que este aumento, se está dando entre la población adolescente y juvenil.

Este aumento se debe principalmente a 3 factores:
  1. Proliferación de los juegos de apuestas por Internet.
  2. Éxito de los juegos online entre los jóvenes.
  3. El fácil acceso a las apuestas deportivas, a través de las aplicaciones del móvil y ordenador y, el que se pueda acceder a ellas durante las 24h del día, lo hace más accesible que el juego presencial.
Entre la población más mayor, el tipo de azar y apuestas suele recaer más en las máquinas tragaperras, bingos, cupones, etc. Esto es lógico, ya que se trata de generaciones donde el uso de la tecnología ha llegado más tarde.
Fases para que un juego se convierta en patológico

Para que un comportamiento de juego se convierta en patológico, tiene que pasar por unas fases y éstas, no tienen por qué ser iguales para todas las personas. Las características personales y las circunstancias de cada uno, harán que cada proceso tenga su propio curso.

PRIMERA FASE: la persona comienza a jugar a juegos de azar de manera casual, para probar suerte, para participar y/o compartir apuestas con amigos, etc
La persona considerada jugadora social, se quedan en esta primera fase. Es capaz de jugar de manera controlada, bien sea de manera esporádica; como en Navidad o de manera más frecuente, pero, sin que, su conducta de juego, le acarree consecuencias negativas en su vida. La persona es capaz de parar cuando quiere y el dinero que gasta es razonable. Se trata de un comportamiento lúdico.

SEGUNDA FASE: las pérdidas económicas todavía no suelen ser significativas y los premios suponen un reforzador potente, no sólo en su aspecto económico sino también porque se ven reforzadas ideas y expectativas a partir de esas ganancias. Esto y el fácil acceso que tiene el juego en la población, son factores que van a predisponer a que esta conducta se convierta en patológica.

Durante esta etapa, la persona comienza aumentar la cantidad económica dedicada al juego. Y, además, comienza a distorsionar su percepción de la situación. Es decir, tiene un recuerdo selectivo de las ganancias minimizando las pérdidas y aparece el pensamiento de tipo mágico: ¨tengo suerte¨, ¨algo me dice que hoy es el día¨, etc

Este tipo de distorsiones son las que predisponen a la persona al avance de su trastorno.

TERCERA Y ÚLTIMA FASE: la persona se presenta una intensa preocupación por jugar y obtener dinero para ello. Dedica más tiempo y esfuerzo al estudio de las apuestas y juega más cantidad de dinero, en un intento, a la desesperada, de intentar recuperar las pérdidas y de pagar las deudas que ha ido acumulando.

Intenta dedicar todo el tiempo que puede al juego y esto provocará un deterioro de todos los ámbitos de su vida (familiar, académica, laboral y social).

ludopatía

Photo by Benoit Dare on Unsplash

Las pérdidas económicas derivadas del juego ya suponen un problema y la persona manifiesta un gran malestar psicológico (ansiedad, irritabilidad, etc) cuando no puede jugar, generalmente, por falta de dinero. Suelen mentir para ocultar su verdadera implicación en el juego.

Suele pedir dinero a familiares, amigos y son frecuentes los hurtos. Estos pueden ser de diferente índole y pueden tener lugar en el ámbito familiar, laboral u otros, por lo que, los problemas legales, suelen ser otra de las consecuencias derivadas del juego patológico.

Otra característica del jugador patológico, es su fracaso en el intento de controlar, reducir y/o abandonar el juego. Son personas que necesitan ayuda profesional para poder abandonar esta adicción.

Lo que ocurre es que, la falta de conciencia de su problema, hace que por sí mismos, no suelan pedir ayuda. Es muy frecuente que acudan a terapia presionados por sus familiares.

¿por qué hay personas que son capaces de jugar sin que ello le genere una ludopatía?

Como anteriormente he mencionado, la causa es multifactorial. Existen factores bioquímicos, culturales y sociales que favorecen la aparición del trastorno. Pero desde el punto de vista psicológico, podemos hablar de ciertas características que suelen compartir las personas que desarrollan este tipo de adicción. Estas son las siguientes:

  • Falta de autoestima.
  • Dificultad para comportarse de manera asertiva con los demás y consigo mismo.
  • Baja tolerancia a la frustración.
  • Buscan resultados rápidos.
  • Locus de control externo: la persona percibe un evento externo como algo independiente a su comportamiento. Por esta razón, atribuye a la suerte, destino, etc, lo que le ha sucedido.
  • Introversión (con excepción de las personas adictas a las redes sociales)
  • Dificultad para gestionar de manera adecuada sus emociones
Tratamiento del Juego Patológico o Ludopatía

En la ludopatía como en el resto de las adicciones no se puede hablar de curación, pero en cambio, si podemos hablar de aprender a controlar la conducta y de prevenir recaídas.
La Terapia Cognitivo-Conductual, es un tipo de intervención que ofrece buenos resultados. En ella se utilizan diversas técnicas como, por ejemplo; el control de estímulos, técnicas de prevención de recaídas, la exposición con prevención de respuesta y la reestructuración cognitiva. Todas ellas no sólo han demostrado ser efectivas en el tratamiento del juego patológico, si no que, suponen un aprendizaje a nivel personal que termina por generalizarse a otros ámbitos de la vida.

La implicación activa de la familia en el tratamiento es otra de las piezas clave ya que, mejora los resultados de la terapia.

En definitiva, la Terapia Cognitivo-Conductual, tiene como objetivo el facilitar herramientas y pautas para comprender el trastorno y, sobre todo, para establecer una buena comunicación con el afectado que permita rehacer la confianza a menudo erosionada a causa de las consecuencias económicas, personales y familiares

ESTIBALIZ RUILOBA es Psicóloga Especialista en Psicología Clínica y en el Trastorno de Juego Patológico. Durante varios años, obtuvo su formación clínica en la Unidad de Juego Patológico del Hospital de Bellvitge (Barcelona), centro pionero en el estudio y tratamiento de este tipo de trastorno.

Si estás interesad@ en recibir información, puedes solicitar una consulta informativa gratuita llamando al Tfno.: 94 416 02 06 o bien, mandando un correo electrónico a : estibaliz@ruilobapsicologia.com

21 abril, 2020 Ansiedad ,