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El trastorno bipolar

Se trata de un trastorno afectivo, cuya sintomatología, puede oscilar entre el trastorno depresivo y el trastorno de espectro psicótico. Suele tener su origen en la juventud, al inicio de la edad adulta, aunque, a veces, puede aparecer en otras etapas de la vida.

Las personas que lo padecen, alternan durante períodos de tiempo (que pueden durar semanas o meses), estados de manía (euforia desproporcionada), hipomanía (manía más atenuada) y depresión (tristeza profunda y desesperanza).

Desde un punto de vista biológico, el origen de un Trastorno Bipolar reside en el sistema límbico. Esta zona del cerebro, es el responsable de regular las emociones y de que el estado de ánimo se encuentre estable y acorde a las circunstancias.

Por esta razón, la persona que padece este tipo de trastorno, sufre bruscas alteraciones sin que lo justifique un motivo personal, familiar, laboral o social.

FASES DEL TRASTORNO BIPOLAR

La fase de manía, comienza normalmente de manera brusca y cursa con hiperactividad, fuga de ideas (pensamiento acelerado), cuyo contenido, suele ser grandilocuente y delirante. La persona suele presentar estos síntomas:

  • Exceso de confianza en sí misma sobrevalorando sus propias capacidades. Esto le puede llevar a tomar decisiones arriesgadas, poniendo en peligro su integridad física y/o psicológica.
  • Aumento anormal y persistente de la actividad.
  • Verborrea.
  • Escasa necesidad de dormir.
  • Sentimientos excesivamente eufóricos.
  • Control deficiente del comportamiento.
  • Alta compulsión sexual.
  • Cambios bruscos en el humor: ánimo elevado, expansivo o irritable. Este tipo de alteración genera un deterioro funcional muy importante.

Al inicio de esta fase, muchos pacientes afirman sentirse mejor que nunca, este es uno de los problemas a la hora de tomar conciencia de su enfermedad y, cuando su entorno se lo intenta hacer ver, lo suelen interpretar de forma negativa, pensando que le quieren perjudicar. En estos casos, aparecen los delirios de perjuicio o persecución (la presencia de estos síntomas se denominas síntomas psicóticos).

La fase de hipomanía se caracteriza porque los síntomas de la manía son más suaves, aunque, al final, tiende a empeorar a manía tipo I en depresión tipo II.

La fase de depresión es la cara inversa de la manía y suele caracterizarse por estos síntomas, que suelen ser, más intensos por la mañana:

SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN

  • Pérdida de interés por aquello que le rodea. Ausencia de fuerza de voluntad.
  • Sentimiento de desesperanza.
  • Gran dificultad para tomar decisiones.
  • Baja autoestima.
  • Falta de energía.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Alteración del apetito.
  • Pensamiento de muerte recurrente.
  • Aislamiento social. Se recluye en su habitación y permanece todo o casi todo el día en la cama.
  • Enlentecimiento cognitivo y conductual.
  • Ausencia de síntomas psicóticos
CAUSAS DEL TRASTORNO BIPOLAR

Cualquier persona puede padecer esta enfermedad, pero hay personas que pueden tener más predisposición, debido a:

FACTORES GENETICOS: tienen más posibilidades de padecerlo aquellas personas con antecedentes familiares directos con esta enfermedad.

FACTORES ORGANICOS: desequilibrio en uno o más neurotransmisores.

FACTORES AMBIENTALES: una situación de estrés intensa puede desencadenar su aparición o una recaída.

Estas son; consumo de drogas, incluido el alcohol, dieta muy estricta, abandono del tratamiento, cambios en la medicación, recaída reciente, cambios estacionales o haber pasado varias noches sin dormir.

TIPOS DE TRASTORNO BIPOLAR

I: se caracteriza por haber padecido al menos un episodio completo de manía (que suelen requerir de una hospitalización) con episodios de depresión grave.

II: nunca ha habido episodio maniaco completo, pero sí periodos de euforia e impulsividad que no han requerido de una hospitalización (hipomanía) combinado con otros episodios de depresión.

La ciclotimia: las variaciones del estado de ánimo son más leves, pero también interfieren en la calidad de vida de la persona.

Ciclador rápido: se alterna en cuestión de días u horas, varias fases de manía y depresión. Para establecer su diagnóstico, la persona tiene que sufrir al menos 4 episodios en un año.

EL TRATAMIENTO

El tratamiento farmacológico y una psicoterapia, son los dos pilares terapéuticos. Es muy importante establecer una relación de apoyo y confianza entre la persona afectada y los responsables que le atienden.

Aunque la medicación es la base y parte fundamental del tratamiento, es importante dotar a la persona de unas herramientas para que pueda afrontar las dificultades que comporta esta enfermedad.

La terapia Cognitivo-Conductual, ayudará a la persona a:

  • Conocerse mejor así misma y a la enfermedad.
  • Aprender a reconocer los síntomas iniciales de una posible recaída.
  • Aprender estrategias para afrontar el estrés.
  • Mejorar sus relaciones personales y familiares.
  • Mejorar su autoestima.

Estíbaliz Ruiloba es Psicóloga Especialista en Psicología Clínica con amplia experiencia en el Trastorno Bipolar.

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15 diciembre, 2020 Depresión, Noticias, Trastorno bipolar , ,