La depresión estacional
También conocida como Trastorno Afectivo Estacional, es un tipo de Trastorno del estado del ánimo que está asociado a los cambios estacionales, sobre todo, con el cambio del otoño-invierno.
Este tipo de depresión es más frecuente en mujeres y su prevalencia es mayor en aquellos países donde la luminosidad es más baja. Esto se debe a que, la falta de vitamina D, causada por la falta de luz solar, afecta a determinados neurotransmisores, en concreto a los niveles de serotonina y dopamina.
No obstante, aunque estos neurotransmisores ejercen un papel importante en nuestro estado de ánimo, conviene tener en cuenta también los aspectos psicológicos y ambientales que rodean a la persona.
Síntomas de la depresión estacional
Los síntomas son parecidos a los de cualquier otro tipo de depresión, pero tiene dos matices que marcan su diferencia.
Por un lado, sus síntomas se limitan a una estación determinada, es decir, cuando ésta termina, los síntomas tienden a remitir y, por otro lado, la persona no pierde ni la capacidad para dormir ni la de comer.
Los principales síntomas son los siguientes:
- Cansancio físico, agotamiento.
- Aumento del apetito. Apetencia de hidratos de carbono.
- Aumento del peso.
- Alteración del patrón del sueño. La persona tiene más necesidad de dormir.
- Tristeza, pesimismo.
- Anhedonia, incapacidad para disfrutar de actividades que nos resultaban placenteras.
- Perdida de interés por las cosas.
- Aislamiento social.
Consejos para prevenir este tipo de depresión
- Procura incrementar las salidas al aire libre. Aprovecha cualquier circunstancia para dar un paseo.
- No te aisles, incluso aunque haga mal tiempo, no renuncies a realizar planes con tus amigos, familia,…
- Plantéate objetivos a corto plazo y refuérzate a medida que los vas cumpliendo.
- Practica algún deporte. Procura estar activ@ aunque te sientas cansad@.
- Procura llevar a cabo una correcta higiene del sueño.
Si a pesar de poner en practica estos consejos, sigues sin encontrarte bien, sería conveniente que lo consultaras con un psicólogo profesional .
La terapia Cognitivo-Conductual, es un tipo de intervención que tiene como objetivo inicial el identificar los aspectos psicológicos y ambientales implicados en este desorden afectivo. Y una vez realizada la evaluación, dota a la persona de las herramientas necesarias para que la pueda afrontar y prevenir en un futuro.
En aquellos casos en los que se requiera de un tratamiento farmacológico, se aconseja que la persona lleve a cabo una psicoterapia de forma paralela. No todo se reduce a una química cerebral, existen otros factores de mantenimiento que son importantes a la hora de afrontar este tipo de depresión, como son el estilo de afrontamiento, los momentos vitales pasados, la rutina de la persona o la visión que tiene de las cosas.