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Cuatro puntos clave en el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad son uno de los trastornos más frecuentes en la población general. En sí mismos o asociados a otras patologías son una de las causas más frecuentes de consulta en atención primaria.

Según El Protocolo de Salud Mental en Atención Primaria del INSALUD, el tratamiento psicológico basado en técnicas cognitivo-conductuales es el tratamiento de elección para los problemas de ansiedad, como tratamiento único para casos leves y moderados, y con tratamiento farmacológico complementario para los casos más graves.

En las guías del NICE (5) y de la Canadian Psychiatric Association (6), se considera la terapia cognitivo-conductual como el tratamiento de elección en este tipo de trastornos por su eficacia en la reducción de síntomas y menor tasa de recaídas.

Existen varios componentes a tener en cuenta en el tratamiento de la ansiedad, de los que destacamos:

1. Componente educativo: Reconocer la ansiedad

La ansiedad es una respuesta adaptativa. Cuando una situación nos resulta desconocida y/o amenazante, nuestro organismo se pone en alerta generando una respuesta fisiológica (aumento de la frecuencia cardiaca, respiratoria, alerta sensorial …) con el propósito de facilitarnos una reacción que nos permita escapar de aquello que lo provoca.

Por lo tanto, se considera una emoción natural que, a un nivel moderado, ayuda a mantenernos concentrados y a afrontar los retos que tenemos por delante.

Sin embargo, cuando esa respuesta es desproporcionada, limitante y prolongada, se convierte en desadaptativa porque nos bloquea e impide que seamos resolutivos en ese momento.

El objetivo de la terapia cognitivo conductual es entrenar al paciente en el autocontrol de los niveles de ansiedad excesivos.

2. Componente cognitivo

Hace referencia a los pensamientos. La interpretación que realiza la persona sobre la sintomatología que experimenta cuando siente ansiedad, es la responsable de que el malestar vaya en aumento y se mantenga dicha respuesta.

Por ello, la técnica cognitiva es de vital importancia a la hora de poder aprender a gestionar la ansiedad.

3. Componente fisiológico

Se refiere al conjunto de sensaciones internas tales como taquicardia, sudoración, parestesias, tensión muscular, sequedad de boca, presión precordial, disnea, etc.

4. Componente conductual

Se refiere a cómo reacciona la persona cuando siente una crisis de ansiedad. A raíz de esa mala experiencia, la persona suele terminar evitando aquellas situaciones donde se ha sentido mal con el propósito de evitar otra crisis de ansiedad.

Esta medida va a hacer que la persona termine estando en un estado de alerta permanente y con ello, su ansiedad aumente.

TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD

Los ansiolíticos pueden ayudar de manera puntual, pero si una persona no cambia determinados patrones de conducta, cuando deje la medicación, tendrá muchas probabilidades de recaída.

Para aprender a manejar la ansiedad, es importante identificar y modificar tanto, los factores que la han originado como los que la mantienen en la actualidad. Y esto, generalmente, atañe más a los aspectos psicológicos que a los ambientales porque, la forma en la que afrontamos las cosas, determinará en gran medida, nuestra salud emocional.

La Terapia Cognitivo-Conductual, tiene como objetivo que la persona consiga un mayor autoconocimiento, aprenda una serie de herramientas que la ayuden a gestionar la ansiedad y, que lo aprendido, le sea útil en un futuro.

Estíbaliz Ruiloba es Psicóloga Especialista en Psicología Clínica con amplia experiencia en los Trastornos de Ansiedad.

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21 mayo, 2023 Ansiedad, Blog de psicología ,