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Dependencia a los ansiolíticos

Los ansiolíticos, llamados también tranquilizantes menores, son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central con el objetivo de disminuir o eliminar los síntomas de ansiedad.

Diversos estudios sitúan a España como uno de los países europeos donde el consumo de ansiolíticos es mayor, se estima que un 50% de la población los ha tomado en alguna ocasión.

A raíz de la crisis económica de 2008, su consumo se disparó de manera notable, según la Agencia Española de medicamentos y Productos sanitarios, el uso de ansiolíticos y somníferos aumentó en un 57%.

Las benzodiazepinas, el grupo de fármacos al que pertenecen los ansiolíticos, están indicados en los casos de ansiedad intensa y se deben tomar por un periodo corto de tiempo. Sin embargo, se calcula que quienes toman ansiolíticos lo hacen durante un período de más de 6 años.

Hoy en día, son muchas las personas que acuden a Atención Primaria en busca de ayuda cuando se encuentran mal emocionalmente, siendo los problemas de ansiedad y de depresión, las consultas más demandadas.

Pero, debido a la saturación del sistema sanitario provocado por la falta de profesionales, se recurre a la terapia farmacológica como primera y, en muchas ocasiones como única opción de tratamiento.

El psicofármaco, puede ayudar en un primer momento cuando el malestar psicológico es intenso, pero si no se trata el problema de base, es decir, lo que lo provoca y/o mantiene, la medicación irá perdiendo su efectividad y, cuando la persona abandone la medicación, la ansiedad volverá a aparecer. Si se prolonga el uso del fármaco, se produce un efecto de tolerancia, que, dicho de otra manera, se trata de la disminución de la respuesta de una persona al fármaco debido al uso repetido del mismo. Por esta razón, la persona acaba necesitando aumentar su dosis para obtener el mismo efecto.

Según el Ministerio de Sanidad, los ansiolíticos se han convertido en la tercera droga más consumida por los españoles, después del tabaco y alcohol. Es por ello que, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFyc), ha reconocido la necesidad de no medicalizar situaciones que en realidad no son patológicas y de ayudar al paciente a encontrar otras soluciones frente a la ansiedad.

Aprender a manejar la ansiedad sin recurrir al ansiolítico

Es fundamental encontrar la causa de la ansiedad para aprender a manejarla. La medicación ayuda a reducir la sintomatología negativa, pero cuando uno deja de tomarla, es muy probable que el problema surja de nuevo porque, en realidad, la persona no ha identificado el origen de su ansiedad y no ha aprendido ninguna herramienta que le ayude a manejarla.  Esta es la gran diferencia con respecto a la Terapia Psicológica.

La Terapia Cognitivo-Conductual, es el tipo de terapia más avalada por los resultados que ofrece, tiene una tasa de recuperación muy elevada. Consiste en una terapia en la que la persona aprende a identificar los factores que originan y/o mantienen su problema de ansiedad y a desarrollar unos nuevos patrones de conducta que le ayudaran a gestionar de manera eficaz sus emociones. Este aprendizaje va a disminuir el riesgo de recaídas, por lo que sus beneficios son a largo plazo.

Estíbaliz Ruiloba es Psicóloga Especialista en Psicología Clínica con amplia experiencia en los Trastornos de Ansiedad. Realiza una consulta informativa gratuita en la que puedes ampliar la información sobre la intervención de una manera personalizada. Para solicitarla, puedes contactar en el teléfono 94 416 02 06.


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29 septiembre, 2020 Ansiedad, Bienestar ,