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El estrés vacacional

Vivimos en una sociedad en la que estamos sometidos a constantes condiciones de estrés; responsabilidades familiares, laborales, falta de tiempo para uno mism@… por lo que necesitamos un periodo de descanso para reponernos tanto física como psicológicamente de nuestra actividad anual.

El problema surge cuando nos damos cuenta de que no somos capaces de desconectar y de que no disfrutamos de nuestro descanso como esperábamos. Cuando esto ocurre, estamos hablando del estrés vacacional, también conocido por el bajón vacacional.

La persona que lo padece siente una sensación extraña, como una sensación de vacío que a veces va acompañada de malestar físico como; cefaleas, dolores musculares, dificultad para dormir, molestias gastrointestinales… Generalmente, afecta a las personas que cambian drásticamente su rutina habitual, pasan de un ritmo fuerte de actividad a otro completamente diferente en el que disponen de demasiado tiempo libre y pocas cosas que hacer.

En este tipo de casos, la persona no termina de desconectar de su actividad laboral; atiende e-mails, realiza llamadas… necesita mantener el control de lo que sucede durante su ausencia porque piensa que, si no lo hace, puede encontrarse con problemas cuando se incorpore de nuevo a su trabajo. Generalmente, es consciente de que está pendiente de su trabajo y de que no disfruta lo que quisiera de sus vacaciones, pero considera que su actitud responde a una cuestión de responsabilidad, aunque el problema realmente reside en que no sabe poner límites a su sentido del deber.

Al hablar de este tipo de casos, nos viene a la mente personas que tienen cargos importantes de responsabilidad como; directivos, pero la realidad es que el puesto de trabajo no es una condición sine qua non para padecer este tipo de estrés. Se trata de una cuestión de actitud. Pero también existen otras razones que explican este trastorno como detallamos a continuación.

Causas del estrés vacacional:
  • Dificultad para desconectar del trabajo: suelen ser personas que se exigen mucho, les cuesta delegar y piensan que, en su ausencia, las cosas no van a desarrollarse de la misma manera.
  • Exceso de tiempo libre; la persona está habituada a un ritmo alto de actividad y cuando se encuentra de vacaciones, no sabe qué hacer con su tiempo. Se sienten más cómodos con su rutina habitual. Les cuesta el ¨dejarse llevar¨, improvisar.
  • Dificultad para adaptarse a los cambios.
  • Relaciones familiares: durante las vacaciones es cuando mas tiempo pasamos con nuestros seres queridos por lo que surgen más desavenencias, roces, y ello puede generar mucho desgate.
  • Tener unas expectativas que no se corresponden con la realidad; llenar el día con actividades y no dejar espacio para la improvisación.
  • No dedicarse tiempo a sí mism@. Queremos estar con los amig@s, atender a compromisos sociales, … y no dejamos el espacio necesario para estar con nosotr@s mism@s.
Consejos para descansar en nuestras vacaciones:

Es una cuestión de salud, tanto física como emocional, el poder descansar y desconectar durante las vacaciones. Nos ayudará a afrontar con más fuerza y energía el nuevo curso.

Estos son algunos consejos útiles para ponerlos en práctica:

  • Antes de irte de vacaciones procura dejar la lista de las tareas pendientes vacía.
  • Comunica a las personas que trabajen contigo de que te vas de vacaciones y de que no estarás disponible.
  • Disminuye el tiempo de uso del móvil.
  • Deja el ordenador y no estés pendiente de los correos electrónicos.
  • Ten unas expectativas razonables, deja tiempo para la improvisación y no te pongas horarios rígidos.
  • Cambia el «tengo que hacer» por el «me gustaría hacer».
  • Vive el aquí y el ahora, centra tu atención en el presente, este tiempo es único.
  • Deja un espacio para estar contigo mism@.
  • Realiza algo de ejercicio al aire libre.
  • Aprovecha para realizar actividades que te gusten.
  • Disfruta de la compañía de la gente que quieres.
  • Cuida el sueño y la alimentación.
¿Cuánto deben durar unas vacaciones?

A la hora de distribuir las vacaciones anuales, es conveniente que atendamos a nuestras necesidades personales. Hay personas que prefieren realizar escapadas cortas porque luego la vuelta les cuesta más y otras en cambio, consideran que les cunde más un periodo más largo. Si eres de las personas a las que los cambios le cuestan, entonces sería recomendable en tu caso, repartirlas en periodos más cortos. No obstante, se considera que para poder desconectar suele ser necesaria una semana

Y tú, ¿has sufrido alguna vez estrés vacacional? Si es así, ¿cómo has conseguido hacerle frente?

 

20 junio, 2019 Estrés ,