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Miedo a conducir

El miedo a conducir se la conoce como amaxofobia. La persona que la padece siente un miedo intenso y desproporcionado cuando tiene que ponerse delante del volante, pero la angustia comienza mucho antes de que tenga que coger el coche debido a los pensamientos de anticipación. Es decir, ante la posibilidad de tener que conducir, la persona comienza a analizar el trayecto que tendría que realizar junto con los innumerables «y si…» que se le pasan por la cabeza (y si hay mucho tráfico, y si tengo que realizar un adelantamiento, y si llueve, …).

Lo que pretende es anticiparse a los posibles peligros para intentar ejercer un mayor control ante la situación, pero en realidad, lo que consigue es aumentar la respuesta de ansiedad (palpitaciones, sudoración, tensión muscular, …)

Esta es la razón por la que poco a poco empezará a evitar la conducción, primero evitará las vías o recorridos que le generan más miedo con justificaciones que respalden su decisión de no conducir, pero con el tiempo, ese miedo terminará generalizándose a otros recorridos.

Debido a este problema, algunas personas limitan su conducción a recorridos muy concretos porque están familiarizados con ellos y eso les da seguridad, otras conducirán sólo si van acompañadas y otras personas terminarán por dejar de conducir.

¿Por qué me pasa esto?

Existen diversos factores que lo pueden explicar:

  • Factores externos: haber tenido una experiencia negativa con el coche como el haber sido testigo o víctima de un accidente de coche
  • Factores internos:
    • Nuestro estilo de pensamiento (anticipación, catastrofismo)
    • Estilo de comportamiento: necesidad de tener todo controlado, inseguridad personal, …
    • Niveles elevados de ansiedad, muchas personas desarrollan esta fobia tras haber experimentado un ataque de pánico mientras conducían. Esta crisis de ansiedad puede coincidir con un periodo de estrés.

A partir de esta experiencia, comienzan a tener miedo a que les pueda suceder otra vez lo mismo y esto, pueda interferir negativamente en su conducción. Y aquí, comienza el círculo vicioso:

  1. Anticipación
  2. Respuesta fisiológica negativa
  3. Cambio en la manera de conducir: reduce velocidad, agarra mas fuerte el volante, modifica recorridos…
  4. Consecuencia negativa: la reafirmación de su miedo será la responsable de su conducta evitativa

¿Qué puedo hacer para recuperar mi confianza al volante?

  • Realizar un listado de los recorridos que evito y ordenarlos en función del nivel de ansiedad que me genera es un primer paso para comenzar a exponerme. Siempre empezando por aquello que me genere menos ansiedad.
  • Ser consciente de mis pensamientos catastrofistas e intentar modificarlos por otros más realistas.
  • En el caso de estar pasando por un periodo de estrés, gestiona el problema. Es importante aprender a manejar este tipo de situaciones.
  • Si consideras que te faltan habilidades en la conducción porque hace tiempo que no conduces o tienes poca experiencia, te ayudará mucho retomar algunas clases.

Pero si con estas recomendaciones, te resulta difícil superarlo, entonces sería conveniente que lo trataras con un profesional especializado en esta materia. La terapia Cognitivo-Conductual ofrece buenos resultados. A través de ella, podrás adquirir las herramientas que necesitas para poder conducir de nuevo. Si quieres saber más no dudes en consultar a nuestros psicólogos sin ningún tipo de compromismo, además, no olvides que la consulta informativa es gratuita.

8 abril, 2019 Autoconocimiento, Fobias ,