El duelo durante la pandemia del Covid-19
Estamos viviendo una realidad que difícilmente la podremos olvidar. La llegada de esta pandemia no sólo está cambiando radicalmente nuestra forma de vida, nos está despertando también sensaciones que nunca antes habíamos experimentado.
Tenemos más presente que nunca la posibilidad de perder a algún ser querido, pero, además, nos acompaña el miedo de que, si esto sucediera, no podamos estar junto a ella en sus últimos momentos y despedirnos como nos hubiera gustado. Esta imposibilidad va a tener un impacto psicológico importante en nuestra sociedad. Hoy quiero hablar de cómo es el duelo durante la pandemia del Covid-19.
Las medidas sanitarias que se están aplicando para controlar esta pandemia, están impidiendo, entre otras cosas, llevar a cabo los rituales de despedida. Estos nos permiten finalizar o empezar una nueva etapa, con lo que, su actual prohibición, va a dificultar a miles de personas poder elaborar su proceso de duelo de manera natural.
El no poder pasar por los rituales de duelo socialmente aceptados, va a dificultar la aceptación y la adecuada superación de las diferentes fases del duelo.
El duelo es un proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier tipo de pérdida, pero, cuando este proceso se complica, hablamos del duelo complejo persistente o duelo patológico.
Este tipo de duelo va a provocar que los síntomas psicológicos que, acompañan generalmente a una pérdida, tengan una duración e intensidad mucho mayor de lo habitual, pudiendo llegar a impedir que éste se cierre correctamente.
Una pérdida implica dolor y la forma que adopte éste, variará de una persona a otra. Pero, si en algo coinciden numerosos estudios es que existen factores de vulnerabilidad para padecer un duelo patológico. Entre ellos destacan los siguientes:
- Las circunstancias específicas del fallecimiento: se considera más traumáticas las muertes inesperadas, las muertes múltiples, las debidas a catástrofes, asesinatos, suicidio o negligencia.
- El tipo de relación o vínculo con la persona fallecida que va más allá de la relación de parentesco. También será un factor a tener en cuenta cómo era la relación con el fallecid@, si ésta era difícil debido a desavenencias o hemos dejado cosas sin resolver.
- Pérdidas acumuladas. Si no hemos cerrado bien duelos anteriores, tenemos más probabilidades de sufrir un duelo patológico.
- No haber podido ver el cuerpo. El procedimiento para el manejo de cadáveres afectados por el covid-19, impide que los familiares y allegados puedan despedirse de su ser querido viendo el cuerpo por última vez.
- No poder acompañar y/o visitar a tu ser querido en la fase final de su enfermedad. Esta circunstancia es una de las consecuencias más dolorosas de esta crisis sanitaria. Muchas personas se van a sentir impotentes al no poder estar al lado de su ser querido, con lo que, su proceso de duelo comenzará antes y se añadirá más dolor a su pérdida.
- Vivir el duelo en soledad y no poder expresar los sentimientos y/o emociones. Otras de las medidas tomadas para controlar esta pandemia es la de permanecer en casa.
Desde RUILOBA PSICOLOGÍA, queremos ayudar a todas aquellas personas que hayan perdido a un ser querido en estos difíciles momentos, ofreciendo una serie de recomendaciones:
- Habla con la gente de tu entorno próximo. Ahora no podemos estar con nuestra familia y amigos debido al confinamiento que tenemos que llevar a cabo dentro de nuestro domicilio, pero esto no quiere que estemos solos. Podemos vencer esa distancia física, acercándonos emocionalmente.
- Procura hablar con ellos mediante el teléfono, videollamadas de WhatsApp o de manera online para compartir lo que estás viviendo, cómo te sientes y cómo te gustaría recordar a tu ser querido.
- Permítete un espacio para poder llorar y expresar cómo te sientes, habla de lo que te angustia. El poder de la palabra es inmenso, cuando expresamos nuestros sentimientos liberamos cortisol, que es la hormona relacionada con el estrés.
- Ante el dolor de no haber podido estar acompañándole en sus últimos momentos, piensa que esa circunstancia no puede anular todo vuestro proceso vital. Centrarnos sólo en los últimos días nos va a hacer perder la perspectiva de la relación de toda una vida. Intenta evocar recuerdos que te hagan sentirte bien.
- Recurre a tus seres queridos, pídeles lo que necesites. Dejándote ayudar, también les ayudarás a ellos.
- Y, piensa que esta situación de confinamiento acabará. Tendrás la oportunidad de hacerle una despedida junto a tus seres queridos.
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