El estrés postvacacional
En mayor o menor medida a todos nos cuesta dejar atrás las vacaciones y volver a nuestra rutina. Este cambio nos exige un proceso de adaptación ya que, tenemos que reajustar los horarios de sueño, la alimentación y el tipo de actividad diaria. Por lo tanto, es normal que los primeros días nos sintamos un poco desubicados.
Es normal que los primeros días nos sintamos un poco desubicados
El problema surge cuando la persona no se siente capaz de poder responder a las demandas que le supone su vuelta a la rutina. Cuando esto ocurre, estamos hablando del estrés postvacacional.
Las personas que tienen una visión negativa de su trabajo tienen más probabilidad de padecerlo.
¿En qué consiste?
El síndrome postvacacional es un tipo de trastorno adaptativo. Su sintomatología es similar al estrés y su duración es pasajera, puede durar una o dos semanas.
Sin embargo, cuando su sintomatología se alarga durante mas de un mes, conviene consultarlo con un especialista porque puede estar enmascarando otro tipo de trastorno.
Síntomas del estrés postvacacional
- Bajo estado de ánimo.
- Falta de energía, cansancio.
- Bajo rendimiento y menor capacidad de concentración.
- Sensación de no ser capaz de volver a retomar la rutina habitual.
- Cambios de humor, irritabilidad.
- Ansiedad-
¿Qué podemos hacer para que la vuelta a la rutina sea más llevadera?
- Es conveniente que los últimos días de vacaciones, volvamos poco a poco a las rutinas habituales, por ejemplo; reajustando los horarios de sueño, comidas,… para que el cambio sea menos brusco.
- Volver de las vacaciones uno o dos días antes para no ir a trabajar nada más llegar.
- Cuando llegues a tu puesto de trabajo, sitúate y organiza las tareas estableciendo un orden de prioridades.
- Intenta desconectar del trabajo durante el tiempo de la comida y, sobre todo, no te lleves el trabajo a casa.
- Realiza algún tipo de deporte.
- Destina una parte de tu tiempo libre para realizar alguna actividad que te guste.
- Establecernos objetivos a corto plazo, nos ayudará a ilusionarnos con el día a día.
Poner en practica estos consejos ayudará a que nuestra adaptación sea más sencilla.
Como conclusión me gustaría añadir que el estrés postvacacional no está considerado como un trastorno, se trata de un problema de adaptación que, con tiempo y un comportamiento adaptativo por parte de la persona, quedaría resuelto en pocos días. Si esta sintomatología se alarga en el tiempo superando el mes, entonces, es muy probable que no estemos hablado de este síndrome sino de otro tipo de trastorno, por lo que se recomienda una valoración realizada por un psicólogo especialista.